- El sociólogo Alberto Mayol y la exconvencional Teresa Marinovic debatieron sobre el desgaste del centro político, la desinformación electoral y la urgencia de una nueva arquitectura institucional.
El tercer panel del Encuentro Impulsa 2025, titulado «El momento político del Chile que viene», reunió a dos figuras de marcada trayectoria en el debate público: el sociólogo Alberto Mayol y la columnista y exconvencional constituyente Teresa Marinovic.
Uno de los ejes de la conversación fue la actual descomposición del centro político, fenómeno que Marinovic calificó como “un sector que no existe en la realidad, ni en los votos”. A su juicio, el centro carece de identidad, relato y proyecto político claro, siendo incapaz de conectar con un electorado que tampoco parece demandarlo. “Un producto sin características no va a ser comprado. No porque sea de centro, sino porque no tiene identidad”, enfatizó.
Mayol, por su parte, profundizó en el análisis a través de datos provenientes de estudios de opinión desarrollados por su equipo. Su diagnóstico también apunta a un “vaciamiento del centro”: «Si uno pregunta en una escala del 1 al 15, donde 1 es izquierda y 15 es derecha, el 8 -el centro- es el punto más concurrido”. Pero ahí no hay nadie representándolo políticamente, añadió. Los votos se reparten entre figuras de derecha como Kast, Matthei o Parisi. Técnicamente, no hay una oferta de centro.
El sociólogo también abordó el comportamiento electoral reciente, marcado por cambios bruscos en las preferencias ciudadanas, como el respaldo y posterior rechazo de dos procesos constitucionales consecutivos. Para Mayol, estos vaivenes no reflejan simplemente una oscilación electoral, sino un síntoma de fondo: una ciudadanía que atraviesa un ciclo de malestar social y desafección con el sistema político.
Teresa Marinovic expresó que detrás de estos cambios no hay un electorado errático, sino profundamente desinteresado e informado de forma tardía y condicionada. “No es que el elector cambie hormonalmente de opinión. Lo que pasa es que no está ni ahí. Se informa a última hora, y decide con lo que le dicen en ese momento”, afirmó, insistiendo en que el foco no debe estar en la volatilidad, sino en la desafección.
En este punto, la exconvencional criticó con dureza el discurso de los medios y la clase política, por el uso del término “extremos” como categoría que, a su juicio, se emplea para deslegitimar a ciertos actores de derecha, mientras se relativizan conductas similares en sectores de izquierda. “Hablar de extremos tiene una connotación negativa: implica pasar por encima del Estado de Derecho, validar la violencia, o difamar. Y eso lo hemos visto con claridad en la izquierda durante el estallido. No así en la derecha”, afirmó.
En la recta final del debate, ambos analistas coincidieron en que Chile atraviesa una crisis de larga data. Mayol la calificó como una serie de eventos equivalentes a infartos políticos, que comenzaron con el movimiento estudiantil de 2011, se profundizaron en 2019 y no han sido resueltos por ninguna de las salidas institucionales propuestas. “No hemos estado a la altura. Las dos soluciones institucionales fallaron. Necesitamos una estrategia sofisticada, no un martillo”, sentenció.