Álvaro Ananías
Presidente de CPC Biobío
La Región del Biobío enfrenta una grave crisis laboral. Con una tasa de desocupación del 10,1%, hoy lamentablemente lideramos el país con más de 79 mil personas sin trabajo. Este salto, desde el 6,8% en 2022, es un grito de alarma estructural. El sector manufacturero ha sido el más golpeado, con 9 mil puestos de trabajo perdidos en el último trimestre. Este retroceso es sintomático de un problema económico y estructural más profundo, reflejando una desconexión entre el trabajo que la autoridad debe impulsar a través de políticas públicas y los sectores productivos de la región.
Es importante destacar que, en este contexto, no solo se requieren inversiones en proyectos en la región, sino que es fundamental poner énfasis en iniciativas que generen un impacto real en la creación de empleo estable y de calidad para el Biobío.
La crisis se explica por una combinación de factores. Por un lado, la incertidumbre regulatoria en la pesca, la falta de una política robusta para recuperar el sector forestal y el rezago en la agilización de proyectos —públicos y privados— han mermado nuestra capacidad de generar empleo. Por otro lado, la caída en exportaciones (-11,4%), el retroceso en la industria (-1,2%) y una informalidad laboral superior al 26% han profundizado este estancamiento. Sumado a esto, mantenemos una profunda preocupación por las cifras de informalidad que no logran disminuir, y el impacto negativo que esta precariedad tendrá en el futuro de los ahorros previsionales de miles de trabajadores de la región.
No estamos ante una fluctuación coyuntural, sino ante un síntoma de un problema que exige una respuesta estructural, rápida y eficaz. Desde el gremio, creemos que la urgencia pasa por tres ejes estratégicos y colectivos:
- Destrabar Proyectos Clave: Acelerar la ejecución de inversiones y agilizar permisos.
- Atraer Inversión con Certeza: Ofrecer mayor seguridad y estabilidad regulatoria.
- Proyectar una Estrategia de Largo Plazo: Respaldar el Plan Biobío 2050 impulsado por el Gobierno Regional.
La solución al desempleo no es tarea de un solo sector. Es una urgencia real que demanda un pacto regional que priorice la inversión, la seguridad y la certeza. Las autoridades actuales tienen la responsabilidad de actuar con la máxima celeridad en lograr destrabar proyectos y la provisión de seguridad y certeza que la inversión requiere.
A quienes hoy se están jugando por ganar las próximas elecciones, les exigimos claridad y un compromiso inequívoco: Defender los intereses del Biobío y poner el empleo regional en el centro de su agenda, proyectando una región con futuro.
En los primeros meses de la próxima administración, esperamos ver medidas concretas y específicas para nuestra región, incluyendo políticas pro desarrollo forestal, pesquero y la agilización de proyectos energéticos que son vitales para reactivar nuestra economía y asegurar la dignidad laboral de sus habitantes.

Columna Diario El Sur


