Paz social para la recuperación económica

Ricardo Gouët Bañares, presidente CPC Biobío

Han pasado 10 meses desde iniciada la pandemia y han sido difíciles para todos. Poco a poco nos hemos adaptado a esta realidad en que la mayoría de nuestras interacciones, sociales, laborales, comerciales y hasta de salud son a través de la pantalla. Un modelo que sin duda llegó para quedarse y que debemos perfeccionar, pues lo implementamos sobre la marcha.

Pese a este escenario inusual, la mayor parte de las empresas de la Región del Biobío declaró que han continuado operando al 75% de su capacidad. La cifra corresponde a la entrega del último Índice de Percepción Empresarial Regional, IPER Biobío, que semestralmente elaboran la Universidad Andrés Bello, la consultora EY y la CPC Biobío. Según la encuesta, aplicada a aproximadamente 110 empresarios de la zona, en su mayoría grandes, el dato es fundamental, pues la continuidad operativa de las compañías de todos los sectores, garantizan empleo, que según el 57% del mismo grupo, considera que se mantendrá en los próximos meses.

El IPER es un indicador absolutamente regional y que permite proyectar la realidad local. Es por eso que resulta importante que, en esta versión, la décimo novena, la mirada sea positiva. El registro de 53 puntos, contrasta fuertemente con los escasos 32 que arrojó en julio de 2020. Una proyección auspiciosa que puede deberse entre otras cosas, al inicio de la vacunación contra el covid 19, y a la adaptación y capacidad de innovar.

Sin embargo, para que se concrete, los encuestados resaltan una serie de condiciones que debieran darse, principalmente, para atraer inversiones y por ende, mover la economía, recuperarla y generar empleos formales.

La restitución de la paz social y la generación de mayores incentivos a la inversión, ambas con el 49% de las respuestas, son prioritarias para nuestra zona. La realidad que viven las comunidades y trabajadores de la Macrozona Sur hacen cada vez más complejo que miles de familias tengan tranquilidad, no sólo para trabajar, sino para vivir.

En este sentido hacemos un llamado como gremio empresarial e industrial a las autoridades de todos los sectores y esferas para que se generen líneas de trabajo tendientes de restablecer el Estado de Derecho por un lado, y a considerar aspectos legislativos que recuperen y fortalezcan la economía de nuestra industria.

Temas como el robo de madera y atentados reiterados a las comunidades, la eventual prohibición de captura por arrastre de la merluza en las costas de la zona y la competencia desleal que enfrenta la industria del acero, son sólo algunos de los aspectos que preocupan por su incidencia en el empleo. De continuar el curso que cada uno de estos ejemplos está llevando, será muy difícil recuperar la economía.

Hoy, nuestra región no está en condiciones de darse el lujo de dejar sin empleo a miles de familias. Actuemos conforme al bienestar de nuestra gente.

 

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