Ante el evidente colapso que se viene dando hace años en la Ruta 160, llama profundamente la atención la noticia publicada en El Sur que señala que EFE ha decidido reducir la longitud de los trenes de carga que circulan desde y hacia plantas productivas de la Provincia de Arauco y los puertos de nuestra zona.
Según cálculos iniciales, ello implicará sumar al tránsito de esa carretera -y también a arterias y calles de las comunas del Gran Concepción- cerca de 70.000 viajes de camiones adicionales al año desde 2022, considerando los vehículos cargados y vacíos. Resulta preocupante la pérdida de competitividad para futuras exportaciones por los puertos de nuestra región, si no contamos con normas modernas y eficientes que consideren la longitud y doble stacking de los trenes de carga. También es insólito no sopesar la calidad de vida y seguridad de la ciudadanía, tomando en cuenta que un solo tren puede mover el equivalente a la carga transportada por 80 camiones y que además exhibe 20 veces menos accidentes por tonelada movilizada.
Vale considerar que hace casi 20 años que el ferrocarril de carga tiene autorización para circular entre las localidades de Horcones y Coronel con convoyes de hasta 850 metros, pero ahora se determina que no podrán tener más de 460 metros. Es por lo anterior que sería razonable que EFE pondere adecuadamente el costo que esta inexplicable medida tendrá para las comunidades, las familias y las personas, y reevalúe una decisión que no se condice con ayudar a solucionar un grave problema que -en parte- se encuentra a su alcance mitigar.